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“La punta del ovillo” por Roberto Lavagna

La pobreza extendida y persistente se ha instalado como uno de los males, creo el peor de todos por sus consecuencias, en la vida nacional.  Con una magnitud del 40% de la población, pandemia excluida, y una multiplicación por 10 veces en 47 años, no hace falta más para configurar un llamado de atención que vaya más allá del lamento.

Reflexionando sobre el tema, dialogando, escuchando, analizando, tratando de entender en profundidad los impactos éticos y sobre las escalas de valores, he terminado por preguntarme ¿Que podría ser peor que esta dinámica hacia la pobreza?, ¿Qué podría tener consecuencias de mediano y largo plazo aún peores que el hecho en sí?

Una primera respuesta a esas preguntas es que nada podría superarla en sus nefastas consecuencias.   Y sin embargo buceando puede uno encontrarse con algo peor: como mínimo con la insensibilidad, la indiferencia, los brazos caídos, como máximo con la instrumentación deliberada de la pobreza.  En definitiva con algo que puede resumirse en una palabra APARTHEID.   Es decir terminar en la “segregación de un grupo humano por razones étnicas, culturales o sociales”.   Si bien lo étnico, lo cultural y lo social se solapan, está claro que en nuestro caso el calificativo tiene más que ver con lo social o más precisamente con lo socio económico.

El apartheid tiene por acción o por omisión algo de deliberado.  En efecto esta exploración me condujo a pensar que a diferencia de una o dos décadas atrás, la extensión y persistencia del problema pobreza ha ido llevando a la dirigencia –en el sentido más amplio es decir el mundo de la política, lo sindical, lo empresarial, intelectuales, medios de comunicación, lo cultural- a pensar que el problema es imposible de resolver y por ende a como “acomodarse” a vivir esa realidad.   Son cada vez más los que parecen creer que se puede, y obvio se debe, bajar la pobreza,  pero un acto de “realismo” los llevaría, simultáneamente,   a pensar que no menos de un cuarto de la población argentina sufrirá su presencia de manera permanente.    En síntesis que también deberán “acomodarse” (sería más correcto decir “incomodarse”) en la miseria.  Ni trabajo, ni educación, ni salud, ni vivienda ni servicios básicos, estarán a su disposición.

Así, se acepta que habrá cambios, que se puede bajar algo la pobreza pero se da por hecho que una porción apreciable será segregada.   Ese apartheid que es peor que la pobreza en sí mismo debe ser activamente combatido y los tiempos juegan en contra.   Es por eso que activamente debemos trabajar en cambiar conductas:

Por eso los hoy poderosos movimientos sociales podrían (para no decir deberían) hacer de la creación de trabajo privado la palanca central para enfrentar el problema (sin por ello dejar de atender la emergencia);

Por eso los sindicatos podrían hacer de la creación de trabajo privado registrado su bandera, aceptando y promoviendo regímenes legales -para los jóvenes ingresantes- más aptos al mundo moderno;

Por eso los empresarios podrían poner mucho más énfasis en torno a formas nuevas, innovadoras y sobre todo generadoras de empleo, con mecanismos de contratación que reemplacen el desempleo por empleo registrado;

Por eso los analistas económicos y sociales podrían rever y ajustar creencias –contra toda evidencia- en el sentido que la punta del ovillo para salir del estancamiento secular empieza por el déficit fiscal (la mala consecuencia) y no por la producción y el empleo (la causa).  Quizás si aceptamos que solo habrá equilibrio fiscal genuino y por ende sostenible si hay un marco de crecimiento, podrá disponerse de herramientas económicas más amplias;

Y por último pero fundamental, los gobiernos nacionales, provinciales y municipales podrían dejar de creer que pueden poner presión impositiva ilimitada acumulando recursos de consumidores y  empresas (la mayoría pymes) en lugar de crear condiciones para el trabajo y la producción.

Las ideas sobre cambios no tienen que terminar acá.  Pero lo esencial está. Pero habrá que reconocer que si estas cosas aún no han ocurrido es porque no nos hemos formulado las preguntas correctas o que se han contestado siempre de la misma manera rutinaria y retórica.   En todo caso constituyen síntomas –sean estos reconocidos o inconscientes- de ese “acomodamiento” a un verdadero apartheid social y económico.

No es momento de culpas o de recriminaciones, somos todos,  pero sí es el momento de formular preguntas y sobre todo de esperar que estas preguntas sean contestadas de una manera diferente.  ¿Qué es diferente?  Entender que trabajo (empleo y producción) y educación y formación profesional son la verdadera punta del ovillo.

¡También del APARTHEID se puede salir!

*Artículo publicado en 7miradas

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Desarrollo Humano Observatorio

¿Secundaria del futuro?: un análisis sobre la última reforma educativa en CABA

Por Santiago D’Agostino, Valentina Gomez, Paloma Jelusic.

Este artículo analiza la implementación y posteriores repercusiones de la última reforma educativa que se llevó a cabo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: la “Secundaria del Futuro”; implementada a partir del año 2018 en algunas escuelas del nivel secundario. 

Antes de comenzar el análisis se considera importante revisar dos reformas educativas nacionales que modificaron en gran manera el sistema educativo argentino: la primera fue la Ley 24.049, sancionada en 1991, que determinó la transferencia de las escuelas secundarias -hasta entonces bajo la jurisdicción del Estado Nacional- a las provincias y a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Esta reforma fue el punto de inicio de una marcada divergencia en las trayectorias educativas de las provincias, evidenciada en los desiguales desempeños académicos de cada una de ellas. 

En segundo lugar, es importante referir a la última reforma nacional educativa, la Ley de Educación Nacional (Nº 26.206), sancionada en 2006 durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007). La LEN introdujo algunas modificaciones que orientaron las políticas educativas en los años siguientes: amplió la obligatoriedad escolar a todo el nivel secundario y redefinió la estructura académica de niveles educativos, retornando al esquema de Nivel Primario y Secundario.

En la Ciudad de Buenos Aires, la obligatoriedad de la escuela secundaria fue sancionada en 2002, esperando que se haga efectiva para 2005. A pesar de ser aprobada con anterioridad a la LEN, CABA fue una de las últimas jurisdicciones en implementar los cambios planteados por esta ley a través del programa la “Nueva Escuela Secundaria” (NES) en el año 2014 (Di Napoli, 2018).

Con la obligatoriedad del nivel medio asegurada, fue necesario implementar instrumentos de análisis que permitieran establecer un marco desde el cual analizar la situación educativa. Estos fueron los objetivos de las pruebas estandarizadas, como PISA y Aprender; las cuales comenzaron a implementarse en 2000 y 2016 respectivamente. 

En Aprender (2019), realizadas a estudiantes del último año del nivel secundario (5to o 6to) a nivel país, los rendimientos en Matemática muestran que un 42,8% de los participantes se encuentran por debajo del nivel Básico, mientras que sólo un 28,6% logra un nivel Satisfactorio o Superior. En Lengua, por otro lado, el 18,6% de los alumnos se encuentra por debajo del nivel Básico, mientras que un 61,7% alcanza el nivel Satisfactorio o Avanzado. (Secretaría de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de la Nación, 2019) 

Gráfico 1: Nivel de desempeño en Lengua, Matemática, Ciencias Naturales y Educación Ciudadana

Fuente: Elaboración propia con datos de Aprender 2019, DEE-REFCEE | DiNEIEE | SEIE | Ministerio de Educación de la Nación.

Por otro lado, PISA busca realizar un análisis comparado entre más de 70 sistemas educativos alrededor del mundo. Al año 2018, Argentina obtuvo 401,5 puntos en Lectura y se ubicó en el puesto 63 entre los 77 sistemas educativos participantes; mientras que alcanzó el puesto 7 entre los países de la región (de 10 participantes). Por otro lado, en Matemática ha obtenido 379,5 puntos, posicionándose en el puesto 71 de 78 participantes y 8vo en la región (Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2019). 

Tabla 1: Puntaje promedio en Lectura y Matemática para los países de América Latina:

Fuente: Cetrángolo y Curcio (2020). El desempeño educativo de la Argentina según el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (Pruebas PISA 2018).

Estos rendimientos muestran que es necesaria una reforma educativa que modifique los contenidos y las formas de enseñar los mismos. Por esta razón, vamos a analizar qué fue lo que sucedió en la Ciudad de Buenos Aires con el nuevo proyecto educativo “Secundaria del Futuro”.

El Gobierno de CABA comenzó a implementar la LEN bajo el nombre de la “Nueva Escuela Secundaria” en 2014. Este programa establece un ciclo de 5 años en dos tramos: ciclo básico de dos años de duración -común a todas las orientaciones- y un ciclo orientado de tres años (con trece posibles orientaciones). 

En paralelo a la NES, en el año 2018 se pone en marcha el proyecto la “Secundaria del Futuro” en algunas instituciones educativas de nivel secundario en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De acuerdo con la información pública disponible por parte del GCBA, la reforma tiene como objetivo tres ejes principales: en primer lugar, se discute el rol del alumno dentro y fuera del aula. A través de la incorporación de nuevos dispositivos tecnológicos y orientaciones, se espera que los alumnos ganen autonomía, tengan un “plan individual de aprendizaje” y así puedan desenvolverse en la “sociedad del futuro” (Secundaria del Futuro, s. f.). 

En segundo lugar, el proyecto pretende modificar el rol docente: el mismo aparece como un facilitador en la autonomía del estudiante, realizando breves intervenciones y tomando distancia para continuar con el objetivo de que cada alumno sea su propio maestro. La SF plantea que el aprendizaje debe realizarse en “áreas de conocimiento” que agrupen distintas disciplinas para la fomentación del trabajo en proyectos transversales. Como último eje, plantea un programa de pasantías no rentadas en empresas u organizaciones para todos los estudiantes del último año, promoviendo el desarrollo de habilidades y proyectos relacionados con el emprendedurismo (Di Nápoli, 2018).  

En cuanto a la infraestructura, el programa prevé que cada aula esté acondicionada con nuevo mobiliario y equipamiento tecnológico acorde a la propuesta: proyectores, pizarras blancas, notebooks para docentes y carros móviles con netbooks para el uso compartido de los estudiantes. Además, propone que cada escuela cuente con un Espacio Digital con pizarra interactivas, impresoras 3D y equipamiento para fomentar el uso de la tecnología (Secundaria del Futuro, s.f.).

 El proyecto Secundaria del Futuro generó críticas y resistencias por parte de grandes sectores de la comunidad educativa, conformada por estudiantes, sus familiares, los docentes, directivos y los sindicatos que los representan. En 2017, los alumnos decidieron tomar las escuelas en protesta a la implementación del programa, mientras que algunos padres y docentes se movilizaron frente al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires (Página12, 2017). La crítica principal hace referencia a la ausencia de consulta dentro de la comunidad educativa en el planeamiento de este nuevo proyecto. Desde el punto de vista del alumnado, esto generó que se desatiendan necesidades más urgentes como los problemas infraestructurales de las escuelas y la falta de presupuesto para la educación pública. Frente a esto, los alumnos tuvieron la oportunidad de reunirse con funcionarios del Ministerio de Educación, quienes no pudieron dar respuesta a muchas de las inquietudes planteadas (Hayon, 2017).

Los gremios docentes, encabezados por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) también realizaron una crítica a la reforma, argumentando que plantea un recorte en la cantidad de horas de clase y que “desjerarquiza” la carrera docente al incorporar “tutores” dentro de las  prácticas laborales en el último año de estudio. La crítica en este punto está orientada a la formación de los tutores encargados del seguimiento de los estudiantes, ya que se trata de personal de la propia empresa y no personas capacitadas pedagógicamente para el trabajo de tutoría. Otra interrogante en este punto es la posibilidad de las empresas de recibir grandes cantidades de adolescentes durante el año (Puiggrós, 2017). Para ellos, esta reforma contribuye a la precarización laboral docente, genera mayor carga horaria no remunerada dentro del aula y limita la autonomía de los directivos (Braginsky, 2018). Además, cuestionaron las bases pedagógicas de la reforma y apoyaron la crítica de los alumnos a la desatención de aspectos más urgentes dentro de las escuelas (Hayon, 2017).

Por otro lado, el cuerpo profesional educativo plantea que el programa no especifica cómo debe llevarse a cabo en la práctica y que los lineamientos comunicados desde el Gobierno de la Ciudad se expresan en términos generales. Siguiendo esta misma línea, las críticas se orientan a la falta de comunicación y de capacitación, argumentando que una reforma de esta magnitud requiere acompañamiento a los docentes y a las instituciones que no está siendo otorgado (Chernov, 2017).

En último lugar, fueron los padres de los alumnos, quienes mediante la intervención de la Justicia en 2017, lograron que el Ministerio de Educación de la Ciudad presentara un documento con el contenido de la reforma y una especificación respecto a las escuelas en las que sería implementada. Este pedido respondía a la necesidad de los padres de estar informados antes de anotar a sus hijos sobre cuáles serían las instituciones piloto del programa (Funes, 2017).

Ante las críticas por la falta de consulta, desde el Ministerio de Educación de CABA se argumentó que el diseño del proyecto se basa en experiencias de otros modelos educativos, habiéndose previamente consultado con más de cien directores y supervisores de secundarios (Chernov, 2017). Acompañando esta postura, Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO, considera que el proyecto SF está en línea con los cambios necesarios en la escuela media y trabaja sobre la necesidad de adecuarse a la sociedad contemporánea. Claudia Romero, directora de Educación de la Universidad Di Tella, coincide con Tiramonti respecto a los lineamientos generales, no obstante considera que el ritmo de implementación es demasiado lento. A su vez, añade que deben ser modificados los sistemas de evaluación y promoción en todas las instituciones de nivel secundario y resalta la importancia del liderazgo en la gestión del proyecto (Braginski, 2018).

Los datos y repercusiones plasmados en este artículo muestran la necesidad de repensar la implementación del programa Secundaria del Futuro. Como se deja entrever en las opiniones de gran parte de la comunidad educativa, la crítica principal apunta a la falta de consulta y comunicación entre el Gobierno de la Ciudad y dichos actores. A esta situación, se sumó la poca claridad en los lineamientos generales del programa y la dificultad para llevarlos a la práctica. 

A modo de cierre, este artículo no niega la necesidad de una reforma educativa teniendo en cuenta el bajo desempeño en las pruebas PISA (2018) y Aprender (2019); sin embargo, considera fundamental el consenso de la comunidad educativa en el planeamiento y ejecución de todo programa educativo que quiera llevarse a la práctica.

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Conferencia: Diego García Vilas

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Conferencia: Eugenio Casielles

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Desarrollo Económico e Innovación Sin categoría

Mirada integral sobre Internet en Argentina

Mucho se habla de la necesidad de pensar políticas públicas a largo plazo para comenzar a solucionar algunos de los problemas estructurales que tiene nuestro país. En esta investigación abordamos una cuestión esencial, necesaria transversalmente para dicho propósito. Hoy el acceso a internet es una variable del nivel de conexión y desarrollo de una sociedad. Es imprescindible para muchas actividades económicas que presentan el mayor potencial de crecimiento y de generación de divisas para nuestra economía. Más allá de la dimensión económica, la falta de conectividad tiene sus inmensurables consecuencias sociales. En nuestro país la llamada “brecha digital” o las desigualdades territoriales y sociales en cuanto al acceso a internet es la problemática principal. Al pensar políticas de conectividad inevitablemente debemos enfocarnos en atenuar esta situación.

En paralelo a la investigación del contexto global de acceso a internet y la posición de nuestro país hemos realizado una encuesta en el principal aglomerado urbano argentino (AMBA) para conocer los conocimientos y opiniones de la población con respecto a internet como servicio público y sus hábitos tecnológicos. En un año donde el teletrabajo y la conexión digital fueron vitales para la continuidad laboral y de relaciones sociales se torna más importante que nunca tener información certera sobre la relación de la población con la tecnología de la información y las comunicaciones.

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Argentina Internacional

Presentamos tres informes en donde analizamos la política exterior Argentina desde una perspectiva local, regional e internacional. Desde estos distintos puntos de vista, podemos determinar cuales son los principales socios estratégicos y comerciales del país, qué rol posee Argentina dentro de los diferentes organismos internacionales, y principalmente, entender los objetivos de política exterior.

Para una mejor lectura, el informe fue dividido en 2 partes.

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Ideas para el futuro

Investigación – Una mirada ambiental sobre la política y el mercado en el 2020

Los procesos políticos pueden acompañar o apaciguar cambios socioculturales en la medida que incentivan o castigan hábitos tanto de manera material como simbólica. La emergencia sanitaria y la crisis económica del 2020 produjeron efectos trascendentes tanto para la política como para el mercado. En la presente investigación se abordan estos efectos haciendo foco en las consecuencias ambientales. Desde la posibilidad de flexibilización de estándares ambientales frente a la crisis económica hasta los cambios de hábitos de consumo sustentables , se busca aportar una mirada ambiental sobre la política y el mercado en el 2020.
Para el fin propuesto, se realizaron análisis de políticas públicas que tienen o tendrían un impacto considerable en el ambiente, por un lado se estudiaron procesos de acuerdos internacionales y por el otro proyecto de legislación. Entre los acuerdos se han relevado; el acuerdo con China sobre la producción porcina en Argentina, que fue fuertemente criticado por sectores del ambientalismo; el acuerdo Mercosur – UE para el cual los estándares de cuidado ambiental latinoamericanos han sido un obstáculo en el proceso de negociación y el de Escazú.
Otro aspecto esencial de la investigación es la dimensión del mercado. La pandemia produjo un cambio de hábitos obligatorio que tuvo sus consecuencias en algunos cambios voluntarios que acompañaros procesos de concientización. Se realizó una encuesta para indagar sobre los cambios de hábitos de los consumidores y encuestas a productores sustentables.

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Desarrollo Humano

Desigualdad en la Ciudad

En Ciudad de Buenos Aires conviven los barrios más ricos del país con barrios vulnerables donde no están asegurados los servicios básicos. Hay fronteras sociales características como la del Barrio Padre Mugica (Villa 31 y 31bis) con Retiro y a pocos metros Recoleta, uno de los barrios con el M2 más valuado. Las circunstancias históricas que llevaron a estas desigualdades exceden a este trabajo, donde se busca plasmar las diferencias entre las zonas/comunas de la Ciudad y analizar las acciones del gobierno subnacional para mitigar este fenómeno. El análisis de la situación es sincrónico, sin embargo, se debe aclarar que la tendencia de la desigualdad en la Ciudad es positiva, es decir, cada vez empeora. Del 2014 al 2019 la desigualdad en el distrito aumento un 17,1% (GCBA, 2020).

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Deuda de la Ciudad 2020

El 2020 ha sido un año de reconfiguración para las cuentas de la Ciudad por cambios significativos en sus recursos. La recaudación, principal fuente de financiamiento, se vio afectada por las medidas de distanciamiento social y los tributos de jurisdicción nacional fueron reducidos unilateralmente. En este contexto analizar la variación en el stock y pagos de la deuda complementa una mirada integral sobre esta reestructuración presupuestaria. El pago de intereses de la deuda representa un 7,9% del gasto total. El stock parece estabilizarse en un nivel promedio (sobre la última década).

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Presupuesto CABA 2021

El proyecto de presupuesto enviado por el Poder Legislativo estima Recursos por $ 587.568.891.528 y Gastos por $ 612.643.520.105. Es un presupuesto deficitario en $ 25 mil millones que se pretenden financiar con disminución de inversión financiera y emisión de deuda. Se proyecta una caída de recursos del 7.27% i.a. real y una caída de gastos del 3.16% i.a real. Autoriza la emisión de deuda por $ 32 mil millones en el presupuesto. Se prevé una coparticipación de 2,32%, a la espera de la sanción de la ley, lo cual implica una baja de 53 mil millones en los recursos. También está pendiente el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que debe resolver sobre la inconstitucionalidad planteada. Además de la emisión de deuda incluida en el presupuesto 2021, se presentó un proyecto para emisión de deuda por $ 15 mil millones para cubrir el déficit proyectado del 2020. Para el 2021 se estima el interés de la deuda del 7.83% del gasto total (en los mismos niveles que al 3er trim de 2020). La principal finalidad del gasto de la Ciudad, los servicios sociales, se mantienen relativamente estables en su participación sobre el total.
Luego de un año de emergencia económica, donde tanto recurso somo gastos sufrieron restructuraciones inesperadas, es de esperar que el presupuesto local presente variaciones significativas. En este informe se analiza el proyecto de presupuesto enviado por el ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires con una mirada principalmente social.
En el proyecto de Ley se incluyen algunos supuestos macroeconómicos necesarios para entender las variaciones reales en las asignaciones. Se prevé que el año entrante termine con una inflación anual de 29%, una variación del nivel de actividad económica positiva del 5,5% y un tipo de cambio de $ 102,4. Se prorroga también la emergencia económica hasta el 31 de diciembre del 2021 con lo cual se habilitan mayores reasignaciones presupuestarias entre otras cosas.