Gestión integral de residuos sólidos urbanos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Por María Milagros Parada y Joaquín Arbesú

En este articulo se analiza la regulación que implementa la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con respecto a la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), para entender las distintas etapas del proceso, los elementos que lo integran y poder visibilizar las posibles mejoras a realizar en el sistema, a fin de tener una gestión de residuos eficiente y sustentable. Este mismo proceso, es un sistema de manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y tiene como principal objetivo reducir la cantidad de desechos enviados a disposición final, a modo de minimizar los daños causados en la salud del ser humano y el ambiente.

En base al Censo Nacional de 2010, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, habitan 2.890.151 personas, las cuales generan 6 mil toneladas de residuos por día. Por eso, es que en el año 2005 se sancionó en la Legislatura porteña la ley N° 1854, conocida como ley de “Basura Cero”.

Esta norma busca cambiar el sistema de consumo y la disposición final de los residuos, de forma que los materiales sean recuperados y reinsertados en la sociedad a través de la reutilización y el reciclaje con el fin de que se elimine el exceso de residuos y las problemáticas contaminantes que generan diariamente.

En el Art 6 de la Ley se fijaron metas con el fin de reducir progresivamente los RSU que son desechados en los rellenos sanitarios al punto de llegar a un valor cero de residuos para el año 2020, tomando como base los niveles enviados al CEAMSE durante el año 2004. Sin embargo, la basura no solo no llegó a disminuir, sino que aumentó alcanzando en el año 2017 un total de 1.629.604 toneladas de basura, siendo cuatro veces mayor a la prevista. Así, se es capaz de demostrar la ineficiencia de las metas estipuladas.

De este modo, se sancionó durante 2018, en la Legislatura porteña la ley 5966, que reformó los objetivos de la ley 1866 de reducir las cantidades de residuos dispuestas en los rellenos sanitarios del CEAMSE. 

Uno de los factores de gran importancia que incide en el proceso de GIRSU es la participación ciudadana. Resulta menester que la ciudadanía tenga un rol activo a la hora de informarse, capacitarse y pasar a la acción para incidir positivamente en el proceso de GIRSU, y más específicamente en la separación de residuos en los hogares y los lugares de trabajo.

Por otro lado, un aspecto donde deberían generarse mejoras es en la recolección diferenciada de residuos, donde a lo largo de la última década se implementaron medidas que fueron solapándose y obtuvieron resultados poco efectivos.

En base a lo mencionado, es necesario remarcar el accionar del Estado para difundir, comunicar y educar a la ciudadanía la importancia y los métodos de la separación de residuos. Relacionado a esto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad realizó una encuesta donde se obtuvo como resultado que el 67,57% de los encuestados nunca recibió capacitación sobre cómo manejar la basura en su lugar de residencia o trabajo.

En conclusión, es necesario entender que para llevar una correcta implementación de la GIRSU es necesario generar una mejor difusión sobre la correcta disposición de los residuos y de todo el sistema de reciclado, ya que es probable que muchas veces al no tener la información y el conocimiento adecuado, la ciudadanía pueda tener cierto escepticismo sobre el funcionamiento del sistema de reciclaje. 

A su vez, es requerido que el Estado asuma la responsabilidad de brindar a la sociedad las herramientas necesarias para llevar a cabo una correcta separación de los residuos; así como el modo de contribuir y consumir de forma sostenible a través de campañas masivas de concientización. Por ello, es necesario que se sancione la ley de educación ambiental por la que se viene impulsando hace varios años. 

Así, entendemos que queda en cada uno de los ciudadanos, implementar las medidas en todos los ámbitos de la sociedad en los que se desarrollen, pero el Estado es el principal encargado de llevar a cabo la capacitación y seguimientos necesarios para que se realice de una forma efectiva y sostenible en el tiempo.