Integrar es la tarea II

Por Santiago Novoa

La realidad nos lleva a tener que repensar la relación entre la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma, en la búsqueda de una convivencia armónica y de mutuo beneficio, justificada no sólo por la necesidad de racionalizar el gasto público, económico y social, sino por homogeneizar las medidas políticas de desarrollo social.
En la Ciudad Autónoma viven cerca de 3.000.000 de personas, mientras que desde los municipios vecinos diariamente ingresan más de 3.5 millones. En contraposición, sólo 9% de los porteños trabajan en el conurbano.
Antes de continuar, resulta necesario señalar que no puede pensarse en regionalización sin un programa demográfico, de repoblación, desarrollo e integración hacia el interior del país.
Debe pensarse en una articulación metropolitana; no puede entenderse la Ciudad de Buenos Aires sin la Provincia o a la Provincia sin la Ciudad. Se piensa al fenómeno metropolitano como una mancha que se extiende, en su lugar debemos figurar los límites entre ambas jurisdicciones como trazos marcados con fuerza que se borran tornándose difusos y convirtiéndolo en un terreno unificado que fluye en un perpetuo ir y venir.
Entendemos que los elementos básicos que pueden constituir una región son físicos, poblacionales, económicos y culturales. La Ciudad de Buenos Aires debe abrirse hacia la Provincia y acordar con sus vecinos políticas territoriales, de transporte, ambiente, seguridad, educación, salud y educación, que las integren. Esta coordinación de políticas debe evitar la duplicación de burocracias y optimizar los recursos destinados a la ejecución de las políticas públicas en cuestión.
De la redacción del art. 124 de la Constitución Nacional no surge que las regiones que pudieran crearse deban ser vistas como una nueva estructura política, mientras que la regionalización se trataría de un acuerdo orientado a la mejora de políticas públicas y el logro de una administración más eficaz de sus recursos económicos, favoreciendo al desarrollo económico y social de la entidad territorial establecida.
Desde estas líneas se propone la creación de la región “Riachuelo-General Paz”. La extensión de este espacio territorial común sería de alrededor de 40 km, partiendo desde el Norte en el límite con el Río de la Plata entre la Municipalidad de Vicente López y el Parque de los Niños, siguiendo el recorrido de la Av. General Paz hasta el Sur con la Av. 27 de Febrero y el Riachuelo, continuando por el curso de este último hasta su desembocadura en el Río de la Plata.
Tendría como finalidad ampliar la cooperación, el desarrollo equilibrado y sustentable común entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires a través de la colaboración entre los Municipios fronterizos, la mencionada Ciudad y las Comunas Porteñas lindantes con aquellos, se trataría de una zona urbana común conformada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los Municipios Bonaerenses de Vicente López, General San Martín, 3 de Febrero, La Matanza, Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda.
Las finalidades de la región “Riachuelo-General Paz” se fundan en la necesidad de saltar fronteras naturales y artificiales tan taxativas como los son estas, impulsar una convivencia armoniosa, el desarrollo económico y social integral de las partes afectadas.
Para esto resulta menester que la mentada región cuente con facultades en Transporte, con herramientas que permitan crear una red pública que atraviese la totalidad de su extensión, sea ferroviaria, de colectivos o subterránea; extender la red de “metrobus” a los municipios parte; crear nodos de transbordo interjurisdiccionales; estacionamientos estratégicos para vehículos; etc. Seguridad, con la creación de una policía “fronteriza” que tenga potestad de actuar en toda la nueva región. Salud y Educación, integrando y complementando sus ofertas, infraestructura y políticas. Espacio Público y Medioambiente, con la absorción de las funciones de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y la creación de nuevos espacios verdes.
Tal como hemos planteado en artículos anteriores, no podemos dejar que la excusa de la crisis nos condene a la inacción crónica. La integración del bloque urbano responsable de la situación social más crítica del país es tanto urgente como importante. Regionalizar en lugar de dividir; integrar es la tarea.